¿Está el rol UX en riesgo de desaparecer para el 2030?

Con esto en mente, el equipo de Consultoría UX y Experiencia Digital de 2Brains llevó a cabo un taller de Future Thinking, enfocado en proyectar cómo podrían evolucionar los roles vinculados al UX hacia el 2030, con un enfoque especial en América Latina y en los desafíos particulares de mercados como el mexicano. 

La instancia reunió a profesionales de diversas disciplinas que, más allá de sus especialidades, comparten una preocupación en común: ¿hacia dónde se dirige nuestra práctica?

El taller se desarrolló en tres fases complementarias. Primero, una exploración de las tendencias que hoy moldean la disciplina. Luego, la aplicación del método del Triángulo de Futuros, una herramienta para analizar lo que viene desde distintas temporalidades. Y por último, una reflexión colectiva sobre cómo prepararnos para ese futuro.

Tendencias que están dando forma al presente del UX

La conversación inició con una revisión del contexto actual. No se puede pensar en el futuro sin comprender qué fuerzas están actuando hoy. En este sentido, el avance de la inteligencia artificial, la automatización de procesos y los cambios en las expectativas de las personas usuarias están marcando un antes y un después para quienes trabajan en Experiencia de usuario.

El surgimiento de herramientas basadas en IA que pueden generar interfaces, redactar contenidos o interpretar datos en tiempo real no solo abre nuevas posibilidades, también plantea interrogantes profundas sobre el papel humano en los procesos de diseño. Este escenario fue el punto de partida para la siguiente etapa del taller.

Triángulo de Futuros: imaginar el UX del mañana

A través de esta metodología, el grupo abordó tres dimensiones clave:

1. Tirones del futuro

Desde esta óptica, se anticipó que el perfil profesional de UX en 2030 será menos especialista en un solo campo y más integral, con la capacidad de desplazarse entre disciplinas con fluidez. No se trata solo de diseñar interfaces, sino de comprender cómo el diseño se intersecta con la accesibilidad, el marketing, los datos, la ética y la tecnología.

En este nuevo panorama, quienes se dediquen al UX deberán estar preparados para colaborar con modelos de inteligencia artificial, diseñar experiencias conversacionales, sensoriales e incluso invisibles, donde la interacción no necesariamente pasa por una interfaz visual tradicional.

Claudia Gutiérrez, UX Advisor con experiencia en IA y datos en 2Brains, señaló que “en este escenario emergente, el perfil UX tendrá que dominar la lectura, procesamiento y análisis de datos para crear experiencias hiper personalizadas”.

Además, Claudia subrayó que “esto implica una reconfiguración en la enseñanza de la disciplina, que ha sido tradicionalmente operativa o técnica. Las habilidades docentes deberán enfocarse más en el pensamiento crítico que en la operación directa”.

Este enfoque sugiere que el futuro del diseño será no solo más tecnológico, sino también más humano. Comprender contextos, interpretar datos con empatía y anticipar necesidades se volverá un factor clave de diferenciación.

2. Empujones del presente

Aquí se identificaron las fuerzas actuales que están acelerando estos cambios. La IA generativa, los desafíos económicos, la hiperconectividad y una creciente atención a la salud mental están empujando a las empresas, incluidas muchas en México, a repensar la experiencia de usuario desde una perspectiva más ética y empática.

La automatización ya está sustituyendo tareas operativas que antes requerían intervención humana. Esto obliga a los equipos UX a centrarse en problemáticas más complejas, donde el verdadero valor radica en entender profundamente a las personas usuarias, no solo en ejecutar soluciones prediseñadas.

También se habló del incremento de la desconexión social y la desinformación, fenómenos que exigen diseños más responsables. Hoy, no basta con que un producto funcione; debe fomentar interacciones más sanas entre las personas y la tecnología.

3. Pesos del pasado

Naturalmente, no todo son impulsos hacia adelante. También existen obstáculos que dificultan esta transformación. Durante el taller, se identificaron varias barreras: la resistencia al cambio organizacional, la ausencia de marcos normativos claros y estructuras jerárquicas que limitan la innovación.

A esto se suma el temor hacia la IA, muchas veces alimentado por la falta de comprensión sobre su verdadero alcance. También se planteó la inquietud sobre su huella ambiental, un tema que aún no recibe la atención necesaria en muchas conversaciones tecnológicas, tanto en México como en otros países de la región.

Estos "pesos del pasado" no solo ralentizan la adopción de nuevas prácticas, también afectan la motivación de los equipos. Por ello, cualquier mirada hacia el futuro debe considerar cómo superar estas barreras desde hoy.

Reflexión: cómo prepararnos para lo que viene

La última etapa del taller se dedicó a una reflexión estratégica. ¿Qué habilidades necesitamos cultivar desde ahora para estar listos mañana? ¿Cómo adelantarnos en lugar de simplemente reaccionar?

Una conclusión contundente fue que el profesional de UX del futuro tendrá que ser, por naturaleza, multidisciplinario. Dominar herramientas o metodologías de diseño no será suficiente. Será igual de importante comprender principios de ética digital, análisis de datos, sostenibilidad e inclusión.

También se destacó la importancia de reformular cómo operan las organizaciones. Un modelo más ágil, colaborativo y centrado en la experiencia de usuario será esencial para adaptarse a los retos por venir, tanto en empresas mexicanas como en otras de Latinoamérica.

Las y los participantes coincidieron en que para innovar realmente, se necesita una transformación cultural en las compañías. No se trata solo de aplicar nuevas prácticas, sino de adoptar nuevas mentalidades.

Un futuro que no elimina, sino que transforma

Lejos de desaparecer, el rol del diseñador UX está en plena evolución. El perfil profesional del 2030 será el de un estratega de la experiencia, con una visión amplia y habilidades múltiples. Su labor estará menos enfocada en lo operativo y más orientada a entender contextos, conectar disciplinas y anticipar impactos.

Por otro lado, roles más específicos como el de UI podrían integrarse dentro de este nuevo perfil más holístico. Lo que hoy son especialidades aisladas podrían convertirse en áreas de enfoque dentro de una práctica más integral.

La conclusión del taller fue clara: el futuro traerá desafíos importantes, pero también enormes oportunidades para quienes estén dispuestos a aprender, adaptarse y colaborar.

Y aunque no podamos saber con certeza qué sucederá en 2030, algo sí está claro: el diseño centrado en las personas seguirá siendo esencial. Lo que cambiará será la manera de ejercerlo, especialmente en contextos como el mexicano, donde la transformación digital avanza con fuerza.

¿Estás listo para adaptarte al futuro del diseño UX?

El futuro de la UX está evolucionando rápidamente, y este es el momento ideal para prepararte. ¿Te gustaría conocer cómo podemos ayudarte a enfrentar los cambios en la experiencia de usuario? Llena nuestro formulario de contacto y una persona experta de 2Brains se pondrá en contacto contigo para acompañarte en este camino.